Lo que más valoran los pacientes es el tiempo que le dedica el personal médico a su atención pero la realidad es que el personal que trabaja en salut sólo 4 de cada 10 interactúa con los pacientes y éstos les dedica menos de tres horas cada jornada, el resto de tiempo lo emplean en tareas administrativas.

El uso de la Inteligencia Artificial (AI) no trata de sustituir al personal médico en el cuidado del paciente si no en reducir drásticamente el tiempo empleado en las tareas administrativas.

La AI se ha extendido en diferentes sectores. Por ejemplo, las empresas de reparto lo tienen muy claro, la AI gestiona sus comandas y tiene repercusión directa en la reducción de costes en personal, camiones, combustible,…

Aunque un sector tan importante como la salut se ha quedado atrás ya se empiezan ha hacer pasos para su incorporación. Algunos ejemplos en que ya se ha conseguido resultados son:

Gestión de habitaciones. La rápida obtención, análisis y validación de datos por parte de AI mejora en un 30% la rapidez en la gestión, en un 80% la reducción del tiempo de espera para disponer de una habitación después de un cirugía y la reducción de un 20% en la de un paciente de urgencias. Con estas mejoras se llegan a aceptar hasta un 60% más de pacientes procedentes de otros hospitales.

Gestión de Documentación. Los hospitales asignan de media más de 40 personas de administración y 20 doctores y enfermeras a validar que los registros de los pacientes cumplen con las más de 600 guías federales (en EEUU). La AI obtiene, analiza y valida estos registros para ofrecer al personal sugerencias. Siguiendo este modelo se ahorra hasta casi la mitad del tiempo dedicado y mejora su calidad en un 36%.

La solución no es tan sencilla como aplicar directamente Inteligencia Artificial. Los datos de cada hospital deben recogerse de una manera standard que sea igual para cada uno de ellos. Lo mismo sucede entre departamentos del mismo hospital. Y lo más importante, hay que romper esa resistencia al cambio de mucho personal que no apuestan por herramientas que mejoran la eficiencia y productividad.

Los conceptos de eficiencia, productividad y sobretodo reducción de costes son las armas más eficaces para convencer a quien toma las decisiones para poder incorporar nuevas tecnologías que ayuden al personal, faciliten la gestión y salven vidas en hospitales colapsados e involuntariamente mal gestionados.